lunes, 23 de enero de 2012

LA CRUZ DEL APU PUMACIRCA

Al igual que el Padre Franciscano "Fray Guatemala", Fray Juán Abad, tuvo la gran maestria y arte del más fino ebanista, y en sus prolongados retiros de este mundanal ruido, se dedicó a tallar preciosamente, de la madera de Guayacán (árbol que crece en la zona), según manifesto de las personas de extrema confianza de él, tres cruces, habiendo dejado una en el cerro Chalpón; otra en el cerro Pumacirca y la última en el de Penachí, recomendando que a su muerte las buscaran hasta encontrarlas y las hicieran objeto de veneración declarandolas protectora del lugar.


Contando con el silencio de las horas y sin preocuparse del mundo y sus maldades, con la ayuda incapaz de su rudimentaria herramienta, el ermitaño talló con sus habilísimas manos, manos divinas, toscas pero maestras, 3 cruces de madera, con el palo incorruptible a la acción del tiempo y las edades, del árbol comúnmente conocido como “Guayacán”.





El laborioso y andariego ermitaño, de cerro en cerro y de monte en monte, apareció alguna vez en la sierra de Penachí, lugar que aunque distante, pertenece a la jurisdicción de Salas, en el cerro Yanahuanca se dedicó tambien a trabajar otra cruz, con el mismo palo de Guayacán, la que según noticias colocó en una cueva aun más escabrosa e inaccesible, la misma que también es venerada con mucha devoción.







© Joseluis Franco C. Photography


Chochope - Perú